Santo Tomás Moro: patrono de Políticos y Gobernantes

A los políticos y gobernantes queretanos, con mis oraciones

El viernes 14 del presente el Papa Francisco recibió en visita oficial al Arzobispo de Canterbury y Primado de la Comunión Anglicana: Justin Welby. El Papa le dirigió un mensaje en el que entre otras cosas le dijo: «En la feliz circunstancia de nuestro primer encuentro, deseo darle la bienvenida con las mismas palabras con las cuales mi predecesor, el Venerable Siervo de Dios Pablo VI, se dirigió al Arzobispo Michael Ramsey durante su histórica visita de 1966: “Sus pasos no llegan a una casa extranjera […] Nos estamos alegres de abrirle las puertas y, con las puertas, Nuestro corazón; pues Nos estamos contentos y honrados […] de recibirle ‘no como huésped y forastero, sino como conciudadano de los Santos y de la Familia de Dios’ (cfr. Ef 2, 19-20)”.

La historia de las relaciones entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia de Roma es larga y compleja, no privada de momentos dolorosos. Los últimos decenios, sin embargo, se han caracterizado por un camino de acercamiento y fraternidad, por el cual debemos dar gracias a Dios sinceramente».

Y es que las relaciones entre las Iglesias de Roma e Inglaterra se vieron fracturadas por dos Actas que el Parlamento Inglés aprobó. La llamada Acta de sucesión, con la cual establecía que el matrimonio contraído por el Rey Enrique VIII con Catalina de Aragón era declarado “manifiestamente contrario a las leyes de Dios, privo de toda validez, totalmente nulo y abrogado” y, por el contrario, el matrimonio contraído por el Rey con Ana Bolena, era “legítimo”, sancionado y retenido “incontestable, auténtico, verdadero y perfecto”. Este documento negaba que el Papa tuviera poder de dispensar en el campo matrimonial. El Acta empezaba a tener valor el 1º de Mayo de 1534. Al súbdito que se negara a jurar en forma solemne el observar lealmente el Acta se le consideraba que incurría en alta traición y le comportaba la pena de muerte y la confiscación de sus bienes. Con el segundo documento, llamado Acta de Supremacía, aprobado el 3 de noviembre de 1534, se decretaba que “nuestro Rey soberano, así como sus sucesores, Rey de este reino, sea reconocido, aceptado y tenido, como solo y supremo Jefe de la Iglesia Inglesa o Anglicana Ecclesia”.

A todo esto se opuso y nunca quiso reconocerlo el mismísimo Canciller del reino: Tomás Moro. Nacido en Londres el 7 de Febrero de 1478. Hizo estudios clásicos en Oxford, donde aprendió griego y latín; estudió Derecho en Londres llegando a ser Abogado. En su juventud pasó cerca de 4 años en la cartuja de Londres con los monjes, participando en la Santa Misa, meditaciones, lecturas y prácticas de penitencia con ellos. En 1504 inició su carrera política, llegando a ser miembro del Parlamento; en 1510 fue nombrado representante de la Corona en Londres por Enrique VIII; se le confiaron encargos diplomáticos; en 1516 publica su célebre Utopía; en 1519 el mismo Rey lo nombra su Consejero; luego en 1521 es nombrado Vicetesorero del Reino y en 1523 Presidente de la Cámara de los Comunes; el 25 de Octubre de 1529 alcanzó la más alta responsabilidad del Reino al ser nombrado Lord Canciller. Era el primer laico nombrado para ese Oficio, sucediendo a Thomas Wolsey, Arzobispo de York. A los doce años de edad había servido como paje en casa del Arzobispo de Cantebury, el entonces Lord Canciller y luego Cardenal John Morton. Luego de viudo volvió a contraer segundas nupcias.

Renunció a su cargo de Lord Canciller el 16 de Mayo de 1532 “porque no podía aprobar ni la escisión de la Iglesia inglesa de Roma ni el divorcio y las segundas nupcias de Enrique VIII, que tuvieron lugar en enero de 1533” (Berglar, Peter; La hora de Tomás Moro. Solo frente al poder; Ediciones Palabra, Madrid 20044).

Luego requerido para firmar ambas Actas, cosa a la que se negó, fue por tal motivo encarcelado en la Torre de Londres. Ahí escribió La agonía de Cristo. Lo enjuician el 1º de Julio de 1535; él solo calló, no juró, calló también sobre las razones para no jurar. La sentencia fue: “kill him”, esto es, sea condenado a muerte. El 6 de julio del mismo año fue decapitado.

El 29 de diciembre de 1886 fue beatificado por León XIII; el 19 de mayo de 1935 canonizado por Pío XI; el 31 de octubre del 2000 proclamado por Juan Pablo II Patrono de los políticos y gobernantes, afirmando: “Su vida nos enseña que el gobierno es, antes que nada, ejercicio de virtudes”.

Pbro. Filiberto Cruz Reyes

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