Línea directa

Especular sobre las motivaciones e intereses de grupos y personas frente a las variadas circunstancias de la vida puede ser un “pasatiempo” sin límites y además con sabor marcadamente tendencioso.

Durante el regreso de su viaje apostólico a la república de Corea, el Papa Francisco ofreció una extensa entrevista a los periodistas que cubrían dicho viaje con motivo de la VI Jornada de la Juventud Asiática. En ella expresó su pensar acerca de varias situaciones que se vislumbran dentro de su actividad como sucesor de Pedro. Le hicieron el siguiente cuestionamiento: “Como sabe, las fuerzas militares de los Estados Unidos han comenzado a bombardear hace poco a terroristas de Irak para evitar un genocidio, para proteger el futuro de las minorías, entre los que hay católicos, bajo su guía. ¿Aprueba usted este bombardeo americano?”. Con la sencillez y modo directo que le caracterizan respondió: «“Gracias por esta pregunta tan clara. En estos casos, cuando hay una agresión injusta, sólo puedo decir que es lícito detener al agresor injusto. Subrayo el verbo: detener. No digo bombardear, declarar la guerra, sino detenerlo. Habrá que estudiar los medios con los que se le puede detener. Detener al agresor injusto es lícito […] Una sola nación no puede determinar cómo detener a un agresor injusto. Después de la Segunda Guerra Mundial, surgió la idea de las Naciones Unidas: es allí donde se debe discutir, decir: “¿Se trata de un agresor injusto? Parece que sí. ¿Cómo detenerlo?”. Solamente así, nada más.»

El Papa habla directo y agradece que le hagan la pregunta directa, no esconde motivaciones ni intereses oscuros: su respuesta e interés es en favor de la justicia, su motivación el bien común, mismo que se traduce en responsabilidad común al momento de decidir, cosa que también es un derecho de la comunidad internacional congregada en la ONU; invoca un Estado de Derecho internacional, por decirlo de algún modo.

Y no habla para tomar distancia o contestando cosas que no se le preguntan —como sucede con tantos personajes que parecen esquizofrénicos intelectuales que no relacionan pregunta con respuesta, teoría y práctica—; cuando se le interroga acerca de la posibilidad de que viaje a Irak contesta: “Si fuese necesario, cuando volvamos de Corea, podemos ir allí. Era una posibilidad. Ésta es la respuesta: Estoy dispuesto. En este momento no es lo mejor que se puede hacer, pero estoy dispuesto”. En ese contexto afirma que hizo un comunicado que envió a todas las Nunciaturas para que lo transmitieran a los gobiernos, luego la Carta al Secretario General de la ONU y finalmente envió al Cardenal Filoni como representante personal al mismo lugar de los hechos.

Este 21 de agosto se ha dado a conocer el tema para la próxima Jornada Mundial de la Paz, a celebrarse el 1 de Enero de 2015: “Ya nunca más esclavos, sino hermanos”. En el Comunicado de presentación, el Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz afirma que: “La esclavitud hiere mortalmente dicha fraternidad universal y, por tanto, la paz. La paz, en efecto, tiene lugar cuando el ser humano reconoce, en el otro, un hermano que posee la misma dignidad”. Esto se puede ligar al tema de la libertad religiosa a la que todo ser humano tiene derecho, y que cuando se vulnera suceden casos actuales como el de Irak, en el que las minorías étnicas y religiosas ven vulnerada su dignidad y derechos, entre otros el de la libertad religiosa. Ahí mismo se afirma que “El Mensaje del Santo Padre es enviado a las Cancillerías de todo el mundo e indica además la línea diplomática de la Santa Sede para el año que comienza”. Francisco no busca falsos y mundanos protagonismos, ni primeras páginas para vanagloria humana, sino que compromete su vida misma e invita a sus colaboradores a hacer lo mismo, así se entienden sus largos y cansados viajes para promover la paz, aún a sabiendas de que esto le traiga como consecuencia que sólo pueda haber Francisco para dos o tres años más, como expresó en la misma entrevista de rueda de prensa.

¿Qué tanto estamos dispuestos a jugarnos con Francisco? Demostrémoslo. Nos ha dado línea directa.

Filiberto Cruz Reyes

24 de Agosto de 2014

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