A la memoria de Don Luis
Le conocí en 1992 en la Universidad Autónoma de Querétaro mientras organizaban un Coloquio sobre los 500 años del descubrimiento, encuentro, choque, conquista, etc., de 1492.Éste era coordinado por el Maestro Héctor Samperio Gutiérrez, ahora también de feliz memoria, quien había invitado a 7 seminaristas. Se acercó y nos preguntó de dónde veníamos, le dijimos que éramos seminaristas diocesanos y él afablemente se presentó como cooperativista y sacerdote, en ese momento suspendido. Yo le conocía, aunque no personalmente, había leído sobre él y de él, su conocida columna “Decíamos ayer”. “Soy Luis Ugalde Monroy”, afirmó con una gran sonrisa que le caracterizó siempre.

Pasaron muchos años, hasta que en 2020 alguien me preguntó que si le conocía porque había estado enfermo y que sería bueno que sus hermanos sacerdotes le visitaran. Me compartieron su teléfono y le marqué, contestó, me presenté y le recordé nuestro encuentro en la UAQ de hacía 28 años. Le pregunté por su salud y le hice una invitación a comer en la capilla de san Felipe de Jesús, donde yo estaba. Aceptó y compartimos con otros insignes cooperativistas, de esas instituciones que él inspiró para su formación y que hoy muchas florecen. Posteriormente, el 19 de octubre de ese 2020 de la pandemia COVID, arribó a nuestra Diócesis Mons. Fidencio López Plaza como X Obispo de Querétaro. Bajo el ministerio del Obispo actual, quien siempre apreció enormemente al Padre Luis, éste volvió al Ministerio Presbiteral, ese día en Soriano (Colón, Qro.) le ayudé a revestirse con los ornamentos presbiterales.

Compartimos muchos momentos de diálogo; cuando se cayó y se fracturó la pierna iba a su casa para celebrar la Misa con él, era como un abuelo que me hablaba de tierras y tiempos lejanos; sin embargo, aunque gozó de prodigiosa memoria y lucidez hasta el final, decíamos que Don Luis no tenía recuerdos, tenía proyectos. Un día le pregunté, ingenuamente: “Don Luis ¿cuántas Cajas Populares fundó Usted?”. A lo que sin pensarlo me contestó inmediatamente: mira, fundar, lo que se dice fundar, ninguna; una Caja no la funda una persona, es fruto de una comunidad.
Hoy, Domingo 5 de Enero en que celebramos la Fiesta de la Epifanía, o de los Reyes Magos, como prefieren llamarla sobre todo los niños, en Catedral Don Fidencio López Plaza, X Obispo de Querétaro, ha presidido la Misa de Exequias de Don Luis Ugalde Monroy. Para algunos de sus hermanos sacerdotes ha sido como un Rey Mago: no sabíamos que vendría de tan lejos, con sus mil batallas en las espaldas, con su sonrisa perenne, con el corazón en paz y lleno de esperanza, nos enseñó a mirar con valor, nos mostró la fuerza del Evangelio que enfrenta a los Herodes mentirosos y oportunistas que pretenden también querer adorar al Niño recién nacido pero que finalmente transmiten muerte, por miedosos y cobardes.
Luisito, nos enseñaste que “Las palabras son refugios del espíritu. Sólo después que hemos encendido la luz en las palabras estamos en grado de mirar los tesoros que ellas contienen. Sólo después que hemos entrado dentro de una palabra llegamos a ser conscientes de las riquezas contenidas en nuestras almas”1; nos renovaste al final de tus días, un inmenso regalo.
Hermano mayor, descansa en paz.
Pbro. Filiberto Cruz Reyes
Santiago de Querétaro, Qro. México, 5 de Enero de 2025
- Heschel, Abraham Joshua; citado por Dobner, Cristiana, La Tenda. Dio in camino fra e in noi. Bologna 2024, p. 23. ↩︎