San Lucas y el Camino

Fiesta De San Lucas Evangelista

Homilía

2 Tim 4, 9-17; Sal 144; Lc 10, 1-9

Buenos días, amados hermanos en Cristo; temprano nos hemos levantado para caminar y hemos visto salir el sol, el verdadero “Sol que nace de lo alto” y que ilumina nuestras tinieblas, como afirma San Lucas, a quien hoy celebramos en el día de su fiesta: «Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el Sol que nace de lo alto, para iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz» (Lc 1,78-79). Y sí, hemos caminado hasta este lugar santo, casa de la que ha portado en su vientre a este Sol que nos da el calor de su amor: la Bienaventurada Virgen María del Pueblito. Hemos venido en peregrinación y caminata para invocar de Dios el don de la paz; creemos firmemente que “No hay paz sin justicia” y que “La paz es de todos o de nadie”, pues una es la humanidad y uno el Dios que la creó y la ofrece a todas y a cada una de las personas que ha hecho a su imagen y semejanza.

El Evangelista Lucas gusta de presentar al Señor Jesús caminando y es en el camino (‘odos) donde suceden muchas cosas:

  • “Creyendo (los padres de Jesús) que estaría en la caravana (synodía), hicieron un día de camino” (2, 44);
  • “una parte cayó a lo largo del camino” (8, 5);
  • “los de a lo largo del camino, son los que ha oído” (8, 12);
  • “No lleven nada para el camino” (9, 3);
  • “De camino, uno le dijo: te seguiré a donde quiera que vayas” (9, 57);
  • “No saluden a nadie por el camino” (10, 4);
  • “Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote” (10, 31);
  • “Un samaritano que iba de camino se acercó (al herido)” (10, 33);
  • “Ha llegado del camino un amigo mío” (11, 6);
  • “Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él” (12, 58);
  • “Sal a los caminos… y obliga a entrar” (14, 23);
  • “Estaba un ciego sentado junto al camino” ((18, 35);
  • “Extendían sus mantos por el camino” (19, 36);
  • “cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba” (24, 32);
  • “Ellos… contaron lo que había pasado en el camino” (24, 35).

San Lucas nos enseña que toda nuestra vida es un camino, de ahí la razón por la que el cristiano peregrina buscando encontrar un sentido profundo para su existencia en todas las circunstancias; el camino debe hacerse a veces también en silencio, por eso el Papa León nos ha recordado en su reciente y primera Exhortación Apostólica que llamó “Dilexi te” (“Te he amado”) la experiencia y unas palabras de una Santa reciente, Santa Teresa de Calcuta: “El fruto del silencio es la oración; el fruto de la oración es la fe; el fruto de la fe es el amor; el fruto del amor es el servicio; y el fruto del servicio es la paz” (DT 77).

En este México violento, una pregunta obligada es: ¿Por qué no hay paz en México? Porque muchos no buscan servir, sino servirse de los demás; esto por que no aman a sus semejantes; no los aman porque no tienen fe en Dios que es Padre y nosotros hermanos; no hay fe cuando no entramos en nosotros mismos para dialogar con Dios, es decir, cuando no oramos y somos vítimas de nuestros propios instintos; no hay oración porque no guardamos silencio para colocarnos como el único frente a Dios y buscamos el aplauso vano y lisonjero, hueco, huero.

Hermanos, hoy en el Evangelio, Dios nos llama a ser protagonistas de nuestra propia historia, no aisladamente y en soledad, sino de dos en dos, es decir, en comunidad. En el pueblo de Jesús para que un testimonio fuera válido en un proceso tenía que tener al menos dos testigos conformes en su dicho; si éste resultaba falso, se aplicaba al falso testigo lo que pedía para el inculpado. La sentencia podía ser la pena capital, de ahí el mandamiento: “No levantarás falso testimoio ni mentirás”. La mentira aniquila la paz y la vida humana en un extremo. No se puede pretender ocultar el sol con udedo, ni más de 200 000 desaparecidos con cierto desden grosero. Madre y Reina, Santa María del Pueblito, únete al grito de dolor de las madres buscadoras de nuestra patria, te lo rogamos de hinojos.

Sí, “la cosecha es mucha y los trabajadores pocos”, por eso Señor da fuerza a nuestras manos y valor a nuestra esperanza, nuestra vida está en tus manos; somos tu mies y trabajadores de tus campos, haznos pan para los hermanos y siervos de los más débiles y pequeños. El éxito de nuestra vida no está en lo salvaje del lobo, ni en la ilusión del dinero; tampoco en un morral repleto de vanidades que son precio de sangre. Nuestra victoria es tu paz, esa que cada día nos ofreces a la puerta de nuestras casas, pues la pones a nuestro alcance como un don y por eso creemos que la paz es posible. Sabemos también que a nadie obligas a recibirla, haznos Señor ser consientes que somos menesterosos de tu paz y líbranos del mal de Dimas, de quien Pablo dice que “prefirió las cosas de este mundo”. Enséñanos a creer y cantar con el salmista: “Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca”.

Hemos venido Señor a invocarte, proteje y bendice a nuestro Papa León y a nuestro Obispo Fidencio por cuyo ministerio este santo lugar es ahora Basília Menor y manifiesta su vocación de cercanía y fidelidad al Romano Pontífice.

Virgen del Pueblito, agradezco tu intercesión por la salud de mi hermana Cirenia al ser sometida a cirugía a corazón abierto; hoy sigue cantando las grandezas del Señor con la vida que Él le da en abundancia. Te encomiendo de manera especial a mi hermano Francisco, llena su corazón de esperanza y sueños.

A tus benditos pies pongo a todos mis hermanos que el Obispo me ha confiado para su cuidado pastoral en la Parroqua de la Sagrada Familia, que nadie se quede sin experimentar el amor de Dios y sus múltiples bendiciones, así como la protección de amorosa Madre.

Gracias a los Padres Franciscanos por su fraternal recibimiento.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Pbro. Filiberto Cruz Reyes

El Pueblito (Corregidora), Qro.

18 de Octubre de 2025, Año del jubileo de la Esperanza

Deja un comentario